Las refinerías chinas han incrementado sus adquisiciones de petróleo ruso mientras la demanda de India se reduce tras la imposición de aranceles por parte de Estados Unidos. La situación refleja un ajuste geopolítico en los flujos de crudo, donde China aprovecha precios más bajos y oportunidades estratégicas, mientras India enfrenta restricciones comerciales que limitan su acceso al mercado ruso.
Cambio en la dinámica de importación de crudo
Tras la incursión de Rusia en Ucrania en 2022, China e India se convirtieron en los mayores consumidores de petróleo ruso, debido a que las naciones occidentales rechazaron sus exportaciones. No obstante, los aranceles adicionales impuestos por Estados Unidos a India han disminuido significativamente sus adquisiciones, permitiendo que China aumente sus compras de petróleo ruso.
A lo largo de octubre y noviembre, las refinerías chinas han asegurado al menos 15 cargamentos de petróleo ruso provenientes de los puertos del Ártico y del Mar Negro. Cada envío tiene un volumen aproximado de 700.000 a un millón de barriles, suministros que históricamente se destinaban a India, según el análisis de expertos en comercio de commodities.
Tarifas y tensión en India
El presidente Donald Trump había anunciado aranceles secundarios sobre productos de países que importan combustible ruso, con el objetivo de presionar a Moscú para detener la guerra en Ucrania. A principios de este mes, India enfrentó un arancel adicional del 25 % a sus exportaciones hacia Estados Unidos, sumado a otro 25 % sobre sus importaciones de crudo y gas ruso. Estas medidas llevaron a una reducción significativa en las compras de crudo indio, afectando su posición como principal comprador de petróleo ruso.
Posibilidades estratégicas para China
El valor del crudo ruso ha permanecido al menos 3 dólares por barril más barato que las opciones de Medio Oriente, lo que transforma las adquisiciones chinas en una elección táctica y ventajosa, de acuerdo con expertos del área. Esta situación posibilita que las refinerías dentro de China compren petróleo a un menor costo, mientras que la presión sobre India restringe su habilidad para disputar por los mismos recursos.
China actualmente trae aproximadamente 1,2 millones de barriles de petróleo ruso por día vía transporte marítimo, lo cual representa un aumento considerable comparado con épocas pasadas, pero sigue estando por debajo del consumo de India que alcanzaba cerca de 1,7 millones de barriles diarios antes de los impuestos. Esto sugiere que, pese a que China esté adquiriendo más, no logra reemplazar totalmente el descenso de India.
Repercusiones económicas y geopolíticas
El comercio de petróleo ruso genera cifras millonarias para los países compradores. India importó combustible por valor de 53.000 millones de dólares el año pasado, representando el 36 % de su mercado de crudo, mientras que China alcanzó importaciones por 62.600 millones de dólares. La redistribución de estos flujos de crudo no solo afecta la economía energética de Rusia, sino que también altera los equilibrios comerciales y estratégicos en Asia.
El movimiento chino refleja además una oportunidad para adquirir crudo a menor costo en un contexto de incertidumbre global. Expertos indican que esta estrategia probablemente se mantendrá mientras los aranceles sobre India continúen, lo que podría incentivar nuevas compras adicionales en las próximas semanas.
Perspectivas futuras
Si India continúa posponiendo sus compras de petróleo ruso, Rusia podría enfrentar dificultades para colocar su crudo, dado que China no tiene capacidad para absorber todo el volumen que históricamente abastecía a India. Este escenario sugiere que las relaciones comerciales energéticas en Asia están en transformación, con China consolidando su posición como comprador clave mientras las tensiones comerciales y geopolíticas influyen en las decisiones de importación.